Hace un par de semanas tuvimos la gran suerte de asistir a
un seminario de sonido directo con el profesional Iñaki Alonso. La verdad es
que conviene agradecer estas cosas, porque desde BAY F podemos afirmar que en
estos seminarios se aprende más que en la mayoría de asignaturas de la carrera,
ya sea por el temario, por falta de tiempo o por cualquier cosa.
Si bien no suele hacérsele todo el caso que debería, el
sonido es una parte importantísima de nuestros proyectos audiovisuales.
Normalmente lo primero que suele adquirir una persona que quiere dedicarse a esto
es una cámara, pero las cámaras, ya sean de vídeo o DSLR, no capturan el sonido
de forma decente. Para ello necesitamos un micrófono externo, y en nuestra
facultad tenemos la oportunidad de contar con un buen equipo de sonido, siempre
que el equipo que cojamos esté cuidado. Este seminario sirvió (como bien
explicó Iñaki Alonso) para enseñarnos a sobrevivir en lo que a materia de sonido
se refiere. Básicamente a explotar el material del que disponemos, además de
darnos nociones básicas de sonido.
Iñaki empezó aclarando que lo más importante del sonido
directo es capturar los sonidos que de ninguna manera podrían recrearse en
postproducción, esto es, diálogos y sonidos propios de cada localización. Habrá
otros sonidos que puedan añadirse posteriormente (puertas, pasos…) pero es
importantísimo sacar los sonidos importantes claros. También nos desmoronó el
mito de la postproducción: no se puede hacer magia, si hay un sonido en medio
de una frase y se escucha tendrá que volverse a grabar.
Y para evitar esto es importante la labor de localización.
Al igual que el director de fotografía y el director artístico, el sonidista
también debe ir a localizar y ver qué tipo de escenarios tienen algún problema,
algún ruido que pudiera imposibilitar la grabación de sonido. Haciendo esto nos
ahorraremos muchos problemas. Esto hablando de rodajes preparados como para
cortometrajes, largos o documentales. Si se trata de un reportaje que tiene que
hacerse deprisa y corriendo habrá que conformarse con el sonido que haya
(siempre que no tengamos tiempo).
Ahora pasamos al aspecto más técnico, es decir, el del
material. En una producción barata no dispondremos del material que tienen las
grandes superproducciones, eso es obvio, pero una buena grabación de sonido
directo se puede hacer simplemente con un micrófono de cañón con su
correspondiente antiviento, una pértiga, un grabador externo multipista si no
queremos grabar directamente en la cámara, una sistema de monitorización, o
sea, auriculares, y unos cables de conexión, normalmente XLR. En otras
producciones se utilizarán lavaliers o micrófonos de corbata, y también
sistemas de preamplificación, también llamados previos.
Hay varios tipos de micrófonos, si bien tenemos los
dinámicos y los electrostáticos. Los micrófonos también pueden dividirse según
su patrón polar, es decir, el ángulo de captación. De esta manera podemos
dividirlos en omnidireccionales y bidireccionales. El patrón polar determinará también
si son micrófonos cardioides, supercardioides o hipercardioides. En esta imagen
se pueden ver sus diagramas polares.
Inciso importante: La pértiga no se puede sujetar de
cualquier manera. Teniendo en cuenta que el microfonista tiene que soportar un
peso considerable y durante varios minutos, conviene que el peso se cargue en
la espalda y no en los brazos. Esto lo conseguiremos colocando la pértiga con
los brazos extendidos por detrás de la cabeza, desde luego una postura más cómoda
si tienes que aguantar mucho tiempo. Además, el microfonista tiene que moverse
con cuidado de que no se oigan los ruidos de manipulación, ya que una vibración
podría interferir en la grabación del sonido y echarlo todo a perder.
El tema grabadoras es complicado. Depende de qué cámara
tengas y de qué tipo de producción quieras hacer. Siempre es recomendable
capturar el sonido de forma externa, ya que da más libertad al microfonista,
pero si no puedes, se puede capturar directamente a la cámara que hace de
grabadora. En el otro caso hay miles de grabadoras externas, más o menos
baratas, dependiendo del presupuesto que tengas. Un ejemplo es la ya famosa
Zoom H4N, que tiene dos entradas XLR, además de entrada Jack, posibilidad de
grabar en tarjeta SD y varias pistas por separado. Como ésta hay muchas y es
cuestión de buscar la que más se asemeje a tu tipo de producción y presupuesto,
siempre que tengas claro que vas a grabar por separado.
Por último, un pequeño apunte de los previos o
preamplificadores y es que si bien no en todas las producciones nos podemos
permitir uno, nuestras cámaras (en el caso de la facultad la Panasonic P2)
pueden hacer de previo y lo más importante, puedes conectar la alimentación
phantom de 48V.
Para terminar, agradecer de nuevo la presencia de Iñaki
Alonso en el seminario y decir que, si quedó alguna duda ese día, podremos
disfrutar nuevamente de él en el seminario de postproducción de sonido, que
esperamos sea igualmente didáctico.
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